La población empadronada en España se ha reducido en 205.788 personas en comparación con el año anterior, según los datos provisionales del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística, a fecha 1 de enero de 2013. Todas las autonomías perdieron residentes, salvo Melilla. La Ciudad Autónoma ganó 2.798 habitantes desde 2012, también porque fue la única región en la que creció el número de extranjeros, mientras descendió en el resto de España.