La Cofradia del Humillado consiguió, una vez más, dar una gran lección con su tradicional orden procesional y buen hacer de sus cofrades.
Los esfuerzos de esta Cofradía parecen haber sido recompensados con una gran afluencia en el número de portadores.
Puntual, como siempre, la Castrense abrió sus puertas a las 20,30 h. para dar paso al Cristo Humillado. Posteriormente se realizó el acto de desagravio ofrecido por Antonio García Castillo.