Con la presencia de las primeras autoridades de la ciudad, se celebró ayer en la Parroquia de la Purísima Concepción la misa de acción de gracias en recuerdo de los que defendieron Melilla durante los cien días de sitio que sufrió la ciudad en 1775, a manos de las tropas del sultán de Marruecos.
En su homilía, el vicario episcopal, Roberto Rojo animó a todos los melillenses a contribuir para que «Melilla sea no sólo un remanso de paz, sino un sitio de crecimiento de todas las culturas y religiones».