La Virgen del Carmen pudo volver ayer a bendecir a los melillenses desde el mar, más en calma que nunca, después de que el pasado año el levante se lo impidiera. Previamente, a las seis de la tarde, se oficiaba una misa de acción de gracias en la parroquia de San Agustín, desde donde se inició la procesión, con la parada de cada año en la plaza del Callao, en la que la viuda de Francisco Gil recibía de manos de Carmina San Martín un ramo de flores en recuerdo a su esposo, que dio su vida en el mar.
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La Virgen del Carmen vuelve a bendecir a centenares de melillenses desde el mar en calma
